Sube conmigo al barco más logrado,
y navegaremos incluso más allá,
donde los vientos hacen las olas peligrosas,
y pondremos un rumbo incierto,
y un ritmo sin prisa ni pausa,
para ver los matices azules de la espuma.
Súbete conmigo al barco,
pintado de primaveras y lleno de ausencias...
de preguntas y respuestas de diseño.
Sí, iremos profundizando por nuestros adentros,
y los vientos ensañándose con las olas,
no harán más que acunar el paseo
de las vivencias eternas.
Tranquila muchacha, no pases pena,
el barco va solo...
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