Ella era más alta, él la miraba...
a los ojos y al cielo azulado.
Ella, ya no lleva tacones,
y él no viste complejo ninguno.
Él es mejor en matemáticas,
y ella es pura poesía poética,
y él, cómo no, un poeta científico,
y le trina, medidos y a punto,
los versos salidos del alma.
Ella se sienta a su lado,
y él se siente feliz solo al verla.
Él le roza una pierna,
ella acerca su brazo...
Empieza la clase y la dicha,
y se aprenden,
y se viven y se beben,
también aprenden alguna cosa...
de aquello que dice el profesor.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada