dimarts, 14 de juliol del 2015

Desesperanza

Te esperé por las puertas...
que solías frecuentar a diario.
El ascensor olía a ti, un aroma...
fresco, original, sin alcohol.
Siempre te esperaba ansioso,
en los regresos, casi programados.
Un tiempo después se perdió...
el aroma, ausencia y silencio, vacío.
Ya no esperaba a la esperanza,
pasaba el tiempo entre paseos,
presenciando los olvidos crudos
que nunca se fueron del todo.
Triste el desespero del que no espera,
más alegre la esperanza, que activa.
Siempre tengo un sueño con tu aroma…

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