Yo insistía, una vez, y otra,
y muchas más, todas...
me gradué en humillación.
Luego tu merodeabas,
frecuentabas los espacios,
solar de mis vanos suspiros,
pero ya nada llegaba ni salía.
No estuviste en el lugar,
en el momento justo,
en el camino donde viven...
y se ponderan los anhelos.
Después ya no estaba yo,
sólo un ente degradado,
del que nada se mueve...
ni conmueve, inerte, vacío.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada