Debo ser de las pocas personas que encuentran interesantes los anuncios de la televisión. Los hay ingeniosos, sorprendentes, intuitivos, entrañables, imaginativos, aprovechando el factor inimaginable, también haciendo gala de su calidad real, o inventando una ilusión nueva de un producto de siempre, también los hay que parecen no decir nada, incluso son absurdos o inoportunos en su estridencia y poca gracia, y es posiblemente en eso donde estriba su utilidad publicitaria. De todas formas, también voy a hacer un “pis”, cuando hacen los interminables anuncios publicitarios... y paso por la nevera.
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