dissabte, 28 d’abril del 2018

La luna no està prohibida

Me voy con el viento, hoy que sopla fuerte,
para hablar con la luna, ella siempre me escucha,
escondida entre las nubes...
que le sirven de abrigo y cobijo amoroso.
La luna, siempre la luna, para estar sin estar,
para saber de sus experiencias nocturnas,
para gozar de su compañía luminosa
a través de las ramas de un olivo.
El bello ojo amarillo me relaja,
me invita a pensar en los avatares de la vida,
y buscar el interés en su extensión…
La luna me indica que también puedo soñar en amarillo,
y que yo sepa, la luna no está prohibida,
de momento, porque... ¡con la que cae!

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