¡Madre mía, cómo baja el Ebro! Después de inundar campos y pueblos, llenar pantanos, y mostrar un caudal que raya la soberbia, llega al Delta para activar su sano aporte al mar. No, no suele salirse en este tramo final, aunque ya lo hizo alguna vez, pero es muy ancho y, ahora sí, da la sensación de que va hacia el mar. Este fin de semana hemos estado en Deltebre, y nos hemos acercado a contemplar su belleza, que en estos casos de crecida es espectacular, y no nos cansamos de admirarlo siempre…
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