El coche no era nada fuera de serie, la rubia... simplemente era rubia, ni el coche ni la rubia, eran de película americana. Luego resultó que el coche tenía un estupendo motor y una chapa a prueba de todo, y la rubia era un ser humano excepcional. Suele pasar, me pasó más de una vez, ver a alguien sin aparente atractivo y, al acercarte y frecuentarlo, le vas descubriendo sapiencias que lo hacen poseedor de múltiples centros de interés, e incluso tomas con mucho aprecio los aspectos que no llegaste a considerar...
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