Déjame llevarte a un sitio
donde los aires son brisas de encantos
que limpian todas las malicias
y evaporan todos los ocasos de maldad.
Dame la mano y vuela conmigo,
allá por donde regresan los olvidos crueles,
y los afectos espontanean los rincones.
Acompáñame y escribiremos,
en un cuaderno nuevo,
unas letras llenas de adjetivos múltiples,
que proclamen la mejor de las euforias.
Juntos, lejos, más lejos, no importa contigo,
nosotros siempre anidamos, allá...
por donde las nubes son claras,
y los amaneceres siempre sonríen,
y las noches tienen el calor de la luna llena…
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