Venían mis hijos, y la ilusión
se puso en marcha y me pintó sonrisa,
y la bici se quedó quieta para hoy…
Mientras, la música del colegio vecino,
la de las once, aquella que antes era timbre
…y más antes, campana.
Y me fui a ver el patio en griterío,
y casi me emociono… sin casi,
en mis recuerdos, que me conforman.
Me encanta ver el recreo de los niños,
siempre veo cosas, o las imagino,
porque durante cuarenta años lo viví
…de mil colores de arco iris.
Estaban todos los rincones ejerciendo,
los terrenos de juego ocupados,
niños haciendo espontáneos gritos de corazón,
afectos sanos, miradas, ojos de luz de luces.
Después de beber vida y inocencia,
me regreso, ya no tardarán…
Vienen de Italia: Pisa, Venecia, Florencia…
y el ordenador lleno de vivencias.
Abrazo y contadas… se les ve bien,
felices, con proyecto y sueños,
esperanzas de presente y futuro.
Llega Teresa, comemos fuera…
Fue mi lunes de ayer, feliz,
una felicidad a cuatro. ¡Los quiero!
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