Creo que lo llaman “confort”... un botón y se enciende la calefacción, y otro botón y se pone en marcha mi música, y le doy a los teclados y escribo mis paces en la calma de mi hogar. Mi sillón, mi mesa, las fotos de los míos por compañía, y la Teresa al llegar, y descontando días al calendario, ya que a final de curso se jubila y tendrá su merecido descanso, toda una ilusión a compartir. Ojalá tengamos un “ tiempito” para gozar de nuestra libertad…
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