Vi allanarse el camino, desjorobarse las montañas
...y planear a las águilas.
Vi como el enajenado recuperaba la cordura,
y al camino limpiarse de los polvos más nocivos.
Vi que, por fin, aprendió a sonreír,
y que todo el mundo se dio por entendido,
y cada ambiente era un amanecer constante
con luz adicional y aplauso colectivo, uno eufórico…
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