Aprendiz de todo

Siempre he tenido una cierta curiosidad, llamémosla cultural, por entender o al menos encontrar sentido en las diferentes clases de música, y en las formas y fondos de escribir de diferentes autores, y efectivamente, sobretodo en las lecturas, me entusiasmé con Gabriel y Galán, escritor que narraba con gracia el sabor del campo y del hogar. Después vino Alberto Moravia, que me llevó a perseguir sus libros por las librerías, para pasar a Neruda y a Bécquer… y hasta aquí puedo leer.

Con la música, me encantaba Serrat, luego vino lo de Lluís Llach que consiguió emocionarme, Adamo y Dyango para los bailes con derecho a roce y los deleites en la compañía con café, y como no, llegué a las músicas clásicas gracias a las audiciones musicales que se hacían en mi colegio, y me entusiasmé con Mozart, y me familiarice con Vivaldi y sus cuatro estaciones, y como siempre fui aprendiz de todo, y lo gocé, y lo conté lo mejor que pude a mis buenos alumnos…