La tarde es de un gris perla donde se recrean los luceros.
La noche ha embellecido sus oscuros,
las lunas han tomado las mejores raciones de sol,
y el cielo parece surcado de carros de fuego.
El día se anuncia sin tarde ni noche,
solo brisa y estrellas que van cayendo para decorar,
cual preciosa guinda, todos los árboles de Navidad.
Tarde, noche, día, es diciembre de nieves y sueños calientes…
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