diumenge, 30 d’abril del 2017

Siempre hay un mañana

Entre mil, o más,
entre el mundo... te vi,
con aquel sí que sé
que te hacía diferente,
única, especial.
La luz se posaba en ti,
todo giraba en torno a ti,
y tú eras la música,
la esencia, y el resto...
complementos,
sólo insuficiencias varias,
de lo más banales.
Cuando te ibas,
se incrementaba...
la tormenta,
se apagaba la luz,
enmudecía la música,
moría el ritmo,
reinaba la decepción,
y la parroquia...
ya desfilaba perdida,
hacia ninguna parte.
Pero siempre había
un mañana, lo hay,
y amanece,
y empieza la vida…

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