Nunca me gustaron los niños que hablan como sus abuelos, y mucho menos a los que les ríen las gracias, o pretenden educarlos, un suponer, para este menester. Paseando por los tinglados del Serrallo, dos clases de P3, preciosos, multicolores, cogidos de una cuerda, y con toda la atención de las admiradas profesoras del ciclo... pero a mi me suena a jaula y a adiestramiento, y comprendo lo del orden y sobretodo lo de la seguridad, pero qué quieren que les diga, los prefiero libres por el patio, retozando y jugando, como yo digo, a jugar… La educación es el desarrollo natural, progresivo y sistemático de las facultades humanas, y ahora añadiría, donde también se les enseñe a pensar, y no solo a obedecer... ¿Verdad que si?
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