Y puestos a volar, dejémonos de historias, y vayámonos a ver el Delta del Ebro en su tramo final, a Deltebre. Será un ir y volver a venir porque... quién querrá perderse semejante arco iris de colores: agua y sus marrones de tierra, variedad única de verdes arrozales, amarillos que acaban en oros de mucha ley… Y cuando te canses de vuelo y belleza, aterriza y acude a los aromas especiales de nuestra original y espectacular cocina virgen. Igual te quedas y alucinas con nuestro río y nuestro mar...
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