Llueven cansancios de otros tiempos,
paseos suicidas, regresos tenebrosos,
llueven sueños perpetrados, dudas,
ritmos de tambores lejanos que nunca bailé.
Llueven ilusiones nuevas, viejas,
y todas las alternativas que ofrece el destino
que después se limpia las manos...
sobre lo que pueda acontecer.
Llueve... de todo menos agua,
y el calor es sofocante,
y, entre las más sugeridas ilusiones,
te apetece quedarte en casa,
y ver que todas tus cosas te sonríen.
Mientras, la vida sigue con sus lluvias diarias,
nunca a gusto de todos…
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada