dimarts, 31 d’octubre del 2017

Un vistazo interior


Igual me toca en suerte bailar con la menos agraciada, y luego resulta que, quizá, las tiene todas, las gracias. Nunca se sabe, he visto niñas de lejos que, en un principio, no te dicen nada y luego tratarlas y verles un encanto interior de tal calibre, que hermosea y casi dignifica los cuidados exteriores. Me pasó más de una vez, y siempre acabé preguntándome, e incluso invitándome, a darme un buen y generoso vistazo, también interior…

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