dimecres, 4 d’octubre del 2017

Sólo fue verte...

Y dejé de volar, de desear, de anhelar…
Es como si de repente recuperará el equilibrio,
la solidez, la calma, el sentido, la fuerza,
el calor del suelo, el abrazo perdido.
Es como si de pronto, me viera saciado,
completo, complacido, sin más,
con aquella sensación de tener todo al abasto,
con toda naturalidad.
Sólo fue verte y empezaron a activarse...
mis mejores aconteceres.

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