Ver volar las hojas en el bosque,
como homenaje a las torcaces y al otoño.
Observar cómo despunta el día en un mar agitado,
que proclama inviernos de paz.
Gozar del canto de los ruiseñores en cortejo,
y observarlos, paja en pico, inmersos en sus nidos.
Contemplar las florecillas blancas de los romeros,
gozar de su aroma y aprender, en lo posible,
...de la modestia natural.
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