Luce el rocío en el césped,
sobretodo cuando lo ilumina la luz de tus ojos.
Tus ojos, el rocío, el césped,
verdes que brillan con mirada de luz propia,
como el sol, como el mejor sol
que hace los días soñados más felices.
El poeta cuenta que la luna guarda la paz de la aldea,
los pájaros cantores amenizan el despertar del pueblo,
que ha soñado con un amanecer…
muy florido de esperanzas positivas.
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