El amor vino en un tren… Fue una observación lenta, placentera, con sumo gusto, fue un espectáculo edificante, la naturalidad en pantalla grande, con música y efectos especiales de suma calidad. Allí todos sobreactuaban menos ella, ella simplemente se comportaba, respondía con inteligencia y sin ninguna proclama de su superioridad intelectual que parecía muy evidente. El amor vino en tren, todo un placer…
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