Hoy es el mañana del ayer,
el siempre de cada día,
el eterno San Valentín,
el perpetuo “Sant Jordi”,
el amor nuestro de cada día,
el que alimentamos...
en un fuego incandescente,
que alumbra todas las mañanas
y embellece los atardeceres sin fin.
Posiblemente caíste...
de una lluvia de estrellas,
apareciste como la gran traca final,
sin ruido, sola ante el mutis
...de la concurrencia,
mirando al cielo boquiabierta.
Hoy, un día cualquiera,
un día de siempre,
en el siempre nuestro de cada día.
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