Quedamos para contemplar las estrellas
y la poesía de la noche, con su mágico encanto,
nos cautivó hasta el amanecer.
Amanecer, llegó sin enterarnos porque el abrazo…
era de los que abrazan firme y acaba en beso,
beso de los que besan, tierno y eterno,
con irrefrenable tendencia a la continuidad, eterno.
Y todo empezó con un deseo de estar juntos,
solos, con la noche y las estrellas,
como una hermosa excusa que certificara…
el amor creciente de nuestras almas.
Queríamos contemplar las estrellas,
pero yo las vi en tus ojos de cielo...
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