Pese a la prudencia, la afinidad siempre encuentra el atajo oportuno...
Buscaba su mirada a través de su pelo ensortijado,
y ella siempre encontraba los espacios del encuentro,
el discreto encanto de la plenitud en paz,
la afinidad regateando a la timidez,
burlando toda la prudencia y llegando a la meta del deseo.
No hay problemas, son polos tan opuestos...
que se atraen y se confunden y no se sabe quién es quién.
Las sonrisas se abrazan, se van de excursión por entre las nubes rojas
...de un interminable y maravilloso atardecer apasionante.
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