Mi ventana, la luna, el frío... dos grados ahora, Tarragona casi no sabe de fríos, casi nunca nieva, pero nos recibe con frío. Y, ya saben, a mí me encanta, guantes, gorra, abrigo, paseo del brazo de mi buena compañera… Pero ahora ya pasa un cuarto de la una de la madrugada, la luna sigue siendo insignificante, las estrellas son cual luciérnagas que están volando, y yo, cual poeta en busca de poesía, observó la noche y ella, como siempre, se enseña tímida, prudente, esperanzadora, sutil...
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada