dilluns, 24 d’octubre del 2016

Siempre

Siempre avancé con la suavidad de un felino,
pero nunca fui cazador de la inocencia,
simplemente quería ver de cerca
el esplendor en libertad de las gacelas.
Siempre en mis vuelos de bosque,
o por los naranjos rebosantes de azahar,
lo hacía en brisa delicada,
para no romper el encanto de las flores
y el zumbar de las abejas, que todo lo endulzan.
Siempre que paseo por el puerto...
me fastidia que no huela a pescado.
Siempre me gustó la belleza y lo auténtico…


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