Mi alma aplaude tu sonrisa, que me da la bienvenida,
y la tarde que se iba hacia el horizonte,
desgarrando rojos perecederos,
se detiene y un sol de repuesto parece detenerla.
Es como despedir el día y dar el último aliento a la vida,
y tú lo coges y lo abrazas y lo detienes,
y te das cuenta que en el abrazo estás tú.
Es por ti que los días empiezan...
...y no importa la hora ni el tiempo.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada