Tú venías andando,
yo volaba a tu encuentro,
nos citamos...
y allí nos encontró la noche,
y la paseamos de la mano, sin prisa,
gozando del entorno
y de la suavidad de la intemperie,
y, como no, el Serrallo cerca...
unas originales bravas bravísimas,
unos calamares a la andaluza,
un blanco (DO Tarragona),
luces de colores en las fuentes,
y multicolores en nuestras almas...
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