Hoy tu sonrisa me ha hecho dichoso,
también tu madre me saludó
con sus ojos benevolentes…
Tu padre, en el bar de la esquina,
me vio tras un agua bendita,
y me hizo un gesto amigo, de aceptación,
de peña y familia avenida…
Y yo, que te quiero de siempre,
no recuerdo el principio del eterno gozo,
veo ahora plasmado en plástico estéreo,
campo dorado, las mejores luces...
de todas las noches sin tinieblas.
Hoy me voy maduro,
ya no hay verdes inciertos,
ya puede amanecer, mejor sin pausa,
con prisa, mis brazos esperan…
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada