Tu aroma va dibujando corazones,
la tarde se para y el aire pestañea,
los pajarillos no planean,
agitan sus alas y miran perplejos
las burbujas del rocío de las rosas,
que se entibian a tu paso...
Se paran las estridencias inútiles,
y las melodías se funden lentas,
se abren las ventanas y los cielos,
se acercan los jardines y las musas,
las sirenas esconden sus colas ,
y todos los hados del buen amor
acuden a aprender del sol,
el de tus ojos, por supuesto...
¡Atención, son las cinco, pasa la niña!
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada