El ascensor nos lleva a la azotea,
y allí nos vemos con la luna,
que hoy nos columpia torcida,
y nos bebemos a besos...
muy suaves y lentos,
nuestras mejores esencias del alma.
Un colchoncillo con cabezal,
tendido al suelo, a merced de la noche
y la brisa que plumea y acaricia...
Nos reclinamos, tendidos boca arriba,
mirando las estrellas que se escapan...
de la cárcel de sus constelaciones preferidas.
Se está bien, muy bien, exageradamente bien,
mejor, un bien sólo posible contigo…
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada