dilluns, 8 de juny del 2015

En Deltebre

Es sábado, las puertas están cerradas,
la calle vacía, nadie, todos.
Todos los recuerdos se presencian,
y, además, galopando, con prisa,
como peleando el orden de aparición.
Ganan mis padres, por supuesto,
pero mi padrino asoma rápido,
me cuenta que ha comprado arroz,
y pondrá el molino en marcha...
Mi tía quiere ver a mi hijo, lo adora,
madruga para verlo antes, acude...
Después de la hora de los mosquitos,
salimos a tomar el fresco,
mis padres comparten un helado,
comparten todo su amor por la familia…

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