Rompe las nieblas, aclara los oscuros,
presénciate y da luz al amor.
Circula los aromas, aclimata, contempla...
el vuelo anhelante de los suspiros,
a golpe de latidos incontrolados.
Acude raudo al compás de los estribos,
Asúmete sin rubor ni queja, allá...
donde la sumisión es mandato del que manda.
Corazón alado que obedeces, corres
y acudes a la luz de los ciertos seguros,
baila con mis pocos misterios,
abraza mis deseos en vuelo, firmes,
y del fuego... estalla una bengala al cielo.
Venció el amor, no hubo batalla…
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