Salieron los soles que pinchan,
amenazando verano febril.
Yo me aterrizo un sombrero de paja,
cordobés, comprado en Granada,
que me guarda con tino, las ideas.
Por la playa y cercanías, las niñas...
van de transparencias vaporosas,
y bikinis de mínimos razonables,
y yo voy de supervisor de juicios,
siempre altamente favorables.
Alguna desgarbada de buen ver,
alguna sofisticada artificial, alguna...
aquello que yo llamo, con respeto,
"Florecilla muy bien ajada".
De todo hay en la viña del Señor...
incluso yo que parezco no estar.
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