dimecres, 23 d’octubre del 2019

Un repentino bienestar...

Un beso largo, de los que besan del todo, en cuerpo y alma,
es como los abrazos que abrazan de verdad,
con firmeza y plena emoción.
Es un darse a alguien que también se da,
dos dados, entregados en el mismo campo de felicidad.
Dos miradas finas, casi tímidas, manos entrelazadas,
un repentino bienestar, como brisa en noche de agosto,
ojos que se miran en sonrisa y, después, beso largo...
de los que besan del todo, en cuerpo y alma, en comunión,
besos eternos, que siguen besando después del beso
porque plasman los ciertos de las almas…

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