dimarts, 29 d’octubre del 2019

Es la vida...

Si dejara de soñar podría reparar en la crudeza del futuro que, no por ser muy predecible, es menos real. Uno prefiere soñar porque en el sueño es factible el vuelo y en el vuelo uno es golondrina qué rasea las calles nobles de los pueblos, o puede ser un gorrión en perpetuo cortejo, mejorando músicas para el amor, o puede ser el águila imperial que va por las alturas más altas, contemplando los aconteceres cotidianos… A veces uno no sueña, deja de volar, ve real su presente, su futuro, la vida…

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