Maestros... creo distinguirlos, apreciarlos, a primera vista, tienen su aquel, un aporte, una distinción especial, se nota en la corrección en el vestir, en la dulzura de sus decires, también en sus explicaciones, que siempre parecen dirigidas a sus alumnos y que algunas personas adultas pueden considerar un menosprecio a su intelecto. Maestros... dicen que en Japón son los únicos que no tienen que arrodillarse ante el emperador, en Dinamarca tienen una gran y merecida consideración pero, por nuestros lares, su trabajo no tiene el prestigio ni el respeto que merece su extraordinaria labor…
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