Hablar del tiempo, hablar de nada, saludar, sonreír, contactar, convivir, y un buenos días, cómo está usted, y un buenas tardes, hola que tal, y aquí paz y allá gloria… Mi tan cacareada naturalidad, sin buscar la templanza del que vende, o la valoración injusta del que compra. Me gusta aquello que dicen de los maestros de que sí enseñan con alegría los alumnos aprenden con alegría. Todo esto viene a cuento por el carácter de un camarero que, pese a ser perfecto en sus haceres, su cara está lejos de la sonrisa…
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