Colegio en silencio, calor... por no haber, no hay ni pájaros buscando algún resto de bocadillo de madre. Las moreras del patio están eufóricas, y yo pienso en los gusanos de seda, y en los niños que no están, y en los silencios que proclaman las ausencias, pero todos con mensaje... aquel casi gol, aquella mirada tan tierna, tan sincera, tan verdad. Me quedo mirando el patio, como cuando me quedaba solo en la clase, oigo, oía, voces de niños, voces angelicales, especiales...
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