En mi banco estratégico de ciudad, una señora muy mayor, noventa años me dice que tiene, pero los lleva muy bien, y galopa, habla por los codos, y yo voy asintiendo.... y me cuenta que perdió a su marido con sesenta, y a dos hijos de mediana edad, el último hace un par de meses. Me dice que ya no le quedan lágrimas y que en ese banco le da la brisa en la cara, ve pasar a la gente… Parece una gran mujer, va bien arreglada, con gusto, la saludo cordialmente y me voy. Pienso en lo dramático que tiene que ser ver perder a dos hijos y al marido…
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