Fútbol, campeonato del mundo, emociones a flor de piel, espectáculos, lamentables algunos, folclóricos, de profunda pena, o de exaltación desmesurada… parece mentira hasta dónde pueden llegar las miserias humanas, el circo nos hace olvidar el pan, así de claro. Confieso que me gusta el fútbol, el de toque, el de Guardiola, el de la Masía, el del Barça, pero no recuerdo haber enloquecido nunca con sus éxitos, que son muchos, como por ejemplo esta liga, en la que le sacamos quince puntos al supercampeón de Europa. Tampoco puedo negar que cuando gana mi equipo me deja un buen cuerpo y un mejor ánimo con predisposición a un buen brindis…
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