Yo no creo en una religión con una espada al servicio de la cruz, creo, más bien, en una cruz que dé paz a la espada, y eso que uno pertenece a la generación donde nos mal educaron y dividieron entre bueno y malos, sin considerar nunca que el café con leche no es blanco ni negro, es el color y la realidad más demostrable. Siempre en el corazón hay una luz de comprensión que todos deberíamos dejar brillar…
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