Frío, inoportuno, una ráfaga de invierno,
y el agua del mar aún más fría,
siempre inferior a la temperatura corporal.
Pero los fríos físicos tienen remedio,
se cubren, se tapan, puede encenderse un sol,
o entrar en un abrigo grueso…
Los preocupantes y difíciles de reparar
son los fríos del alma,
el desangel del que no siente, del que no llora,
del que no manifiesta euforias.
Es triste pero hay personas...
que parecen firmes deslizantes,
todo les regala, están blancos,
están muertos, viven otra vida zombie…
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