Y en el cansancio del peripateo,
descanso reparador de tres minutos,
para que los gemelos me olviden un buen rato,
y pueda llegar a las metas propuestas.
Siempre hay un banco, a veces de piedra,
otras, puesto allí para cubrir mis estrategias,
el banco mira al mar, o en el bosque a una fuente,
o, en la impresionante llanura verde
de mi Delta del Ebro, mira al río...
con el final más hermoso que puedas soñar.
Mis estimados bancos, son amigos del camino…
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada