Algunas veces ya les he hablado de ellas, tengo nueve y son un regalo de la naturaleza… Pasan de la nada más deprimente a unos brotes de vida en forma de espectaculares gallos y unas flores de cuya belleza y colorido habría como para escribir un hermoso libro. Ahora están en su punto de magia sublime, todas ya con flores o a punto de abrirse. Las hay amarillas moteadas, blancas de tres clases, dos clases de color fucsia, granates... bellas todas, agradables de ver y agradecidas de existir y de estar bien cuidadas ¡Pongan orquídeas en su vida!
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