La Imperial Tarraco

Parece que hay tregua en los fríos de Enero, hay calma y sol, sólo unas obras cercanas, con un taladro ruidoso deshace la paz del barrio. Parece que van a hacer un bloque de pisos monumental, de diecinueve plantas, o sea el doble de los nuestros más uno. Comento con un par de buenos vecinos, que ya me está bien el progreso y tal, pero les hago notar la paz de nuestro barrio donde se vive y se deja vivir. Mis amigos asienten, mientras observamos que va saliendo algún resto romano… Estamos en Tarragona, la Imperial Tarraco!!

Una paz a dos

Momentos en la vida, en los que sueñas en la casa en el bosque cercano, pero se llega al extremo que se hace patente aquello de la propiedad y la pertenencia adolescente, y piensas en la isla deshabitada, que no desierta, donde ir de la mano por entre la arboleda que atraviesa un riachuelo, para escuchar el piar de los pájaros en cortejo. Pasear despacio entre las piedras acorazonadas, y comer del fruto, todo ecológico él… Una casa de madera, una ventana al sol, un amor a dos...

Algunos lo contamos

Me encantan las excursiones con la imaginación, un vuelo por la niñez, siempre detrás de una pelota formando equipo y marcando goles. Hacer otra por la adolescencia, donde nunca tienes suficiente de nada, y eres un luchador inconformista, a veces osado, otras utópico, pero siempre aprendiendo de los errores de la ansiedad. Un paseo por la juventud, donde aquellos amores de cada día son otra cosa, ya se piensa en el nido y en la vida en común, después se vive esta vida y sus avatares, y al final, pues eso... algunos lo contamos con una cierta nostalgia, andares por la historia…

Como una invitación

Buenos días, hueles a limpio,
trenza recién hecha, manzana en mejilla,
ojos encendidos que emanan luces de colores.
Tu semblante es ya de niña mujer,
de proyecto presente,de futuro soñado,
en un sueño a la carta…
Tu presencia es el alivio al que acude el auxilio
para salir de la vulgaridad de los espejos.
Hablas con aquella voz...
que ya ha aprendido a acariciar,
y te comportas como un embellecedor de paisajes,
como una invitación, para mí… plenamente irresistible.

Mi casa en la montaña

Mi casa en la montaña, nieve, abeto, frío blanco... pero para verlo como espectáculo, y con todos mis respetos a cuantos de alguna manera lo sufren sin recursos. Mi siempre soñada casa en la alta montaña, aquella que está preparada y bien provista de viandas, leña y abrigos, y una ventana inmensa para ver incluso al abominable hombre de las nieves por si tiene a bien bajar a tomar un café con nosotros. Qué bonitos los paisajes nevados, ¿verdad?, suenan a paz y pesebre, a silencios de gloria blanqueados...

Madera de antes

Mi abuela me hablaba de las risas matutinas, allá en el paso de la barca, a las cinco de la mañana y sin luz, las gentes se conocían por la voz y por su gracia en el decir y en el buen despertar. Se hablaban a distancia y a gritos, era como si alguien pusiera la radio y empezase la vida. Luego, en la otra parte del río, les esperaba una jornada laboral de esas infrahumanas, para regresar, otra vez sin luz, en busca del merecido descanso. Eran otros tiempos, madera de antes.

Saber qué hacer

Siempre me preocupó, un despertar y no saber qué hacer. Afortunadamente, nunca estuve en el paro, y mi trabajo en el colegio, me dio una tranquilidad mental, como para hacer de mis hábitos, gestos casi automáticos, con la única excepción de la creatividad que pude ofrecer a mis alumnos. Siempre iba un poco programado, incluso ahora suelo tener pensado lo que voy a hacer el día siguiente, aunque ahora tengo la facilidad de cambiar y no pasa nada. Amo la libertad, pero sin ser esclavo de ella, sólo la que se necesita para ser hombre, como dijo un sabio poeta, los hombres no pueden ser hombres, si no son libres…

El mar, siempre el mar...

Me encanta el mar en calma en la época invernal,

me da paz, calma para la recepción de los salados mensajes

que llegan en verso, con música de olas y letras de sirena.

Me da un gran placer la soledad de tantos suspiros,

diría la soledad de los silencios que vuelan...

como en sus tiempos lo hacían sus propias mariposas emocionadas.

El mar, siempre el mar, un lugar en el sol,

una devoción a las incandescencias…

Mi corazón és una estufa

Otro despertar, otro amanecer, otro motivo...

para agradecer a la vida la oportunidad de ser feliz.

Salir a la calle y esparcir tu sonrisa...

a los transeúntes, a los árboles,a los pájaros, 

platicar con las miradas y amar y respetar al destino,

sobretodo cuando lo has dirigido oportunamente

por los senderos correctos…

El ambiente es de fríos de invierno,

pero nada que ver con mi alma,

ella tiene una buena estufa en mi corazón,

donde siempre hay un hermoso vuelo de mariposas

...danzando al compás del amor.

Un río libre

Qué bueno, el río no es navegable, baja con un cierto nervio arrastrando piedras, que luego serán cantos rodados. Me gusta verlo, sin molestar, sin deformar el paisaje, ver la arboleda cercana, los matorrales que lo cobijan, como escondiéndolo de la intemperie. Los pájaros beben en alguna charca que se formó al margen del río, los conejos del bosque cercano asoman levantando las orejas, en busca de algún brote tierno. El río, libre, sana naturaleza que da vida, ilusión viva, belleza natural, motivo de esperanza, ilusión…

Loco, cuerdo...

Dicen que estar loco es un lujo, que no está al alcance de cualquiera, incluso alguien escribió sobre el elogio de la locura, como si para tener una visión del mundo, más amplia y clarividente, y poder saber y contarlo sin previa negociación con el poder, se tiene que estar perturbado. Me gustaría estar tan cuerdo que fuera capaz de hacer un compendio de todas las locuras y hacer posible un poder sin corrupción institucionalizada…

Que no callen tus ojos

Dime niña, guapa, que tendrás...
que mis suspiros logras,
mis desvelos provocas,
mis ansias mantienes intactas,
mis anhelos tienes en ascuas.
Que tendrás, que te sueño...
y te tengo en mi sueño,
y te pienso y me regaló el tiempo,
te presenció y te visiono,
y te contemplo y me relajo
en el éxtasis de la realización total.
Dime niña, ángel precioso, que tendrás...
que en mis vuelos por las excelencias,
siempre aterrizo en la tuya.
Por favor niña, que no callen tus ojos…

Mis chicas

A veces pienso en aquellas chicas que me hubiesen querido, no muchas, pero alguna hubo, y cuando las veo, o nos vemos en alguna parte, les tengo un cariño especial, y les doy mi más exquisito de los tratos. Luego, en algún momento, pienso como hubiese sido una vida con ellas, y claro, no son como Teresa, eso no es fácil, pero creo que no me hubiese resultado muy complicado, de corresponder a tan generosas y auténticas bondades. También recordamos, un poco airados, a todas aquellas, no muchas, que no llegaron a considerarnos…

A punto de encanto

Es media tarde, se apaga el día, se impone una humedad espesa, fría, va oscureciendo muy temprano, por la ventana solo circulan los imprescindibles, el resto ya estamos recogidos. Tengo paz mental, sosiego, silencio, calma... llega Teresa y, como siempre, todo se alegra y magnífica, la invito a mirar nuestras orquídeas, nueve a cual más bella y entrañable porque son todas regaladas por la familia o los amigos. Están bellas, alguna empieza a florecer, las otras ya van ramificado, para ponerse a punto de encanto. Paz de hogar y, encima, llueve…

Estaciones

Me gusta andar por el frío, bien abrigado hasta las orejas,

y notar que el abrigo abriga, más allá de la humedad traviesa.

En el verano sueño en ir descalzo por mi huerto,

como cuando ayudaba a mi padre a regar el maíz,

para después, tomar el fresco y comer sandía.

El otoño me suena a paseo de la mano...

y a conversación pausada, con el tiempo a favor.

El invierno me sabe a café y a terraza cubierta...

y a mirar por la ventana… el futuro.

De la primavera, recuerdo la ilusión de la esperanza…

A flor de piel

Supongo que a todo el mundo le gusta que le quieran, que lo reconozcan, que lo consideren... pero sin estridencias, sin empalagar, aunque sólo sea por aquello de que el halago debilita. Si haces un buen trato al entorno, este te corresponde cortésmente, normal, incluso los animales son capaces de emocionarse, recordarte y dar saltos de alegría, además de sonidos con un gran sentimiento. Podría ser cierto, aquello de que todo el mundo es bueno, estaría bien, mostrarse tal cual, a flor de piel, al natural, sin malos instintos, de buena sangre…

Dormir plácidamente

Me duermo fácil, y si no, pues pienso en aquella jugada de Messi que acaba en gol de Suárez, o en aquel amanecer donde el sol colorea los rocíos de la hierba. Recuerdo mi río Ebro, ya entregado al mar y lleno de sal y sol, de una belleza panorámica sin igual. Y cuando todo se hace poco, porque el día ha venido cargado de vivencias, visiono aquella primera vez que vi tus ojos, escondidos tras un libro, para que yo dudará, si es la ciencia quien bebe de ellos, o éstos de los libros. Con tus ojos me duermo… plácidamente.

Y yo por allí...

Ella iba a por agua de la fuente,
tan suave, tan ágil, tan cadenciosa,
y yo me hice un asiduo del surtidor,
esperando la hora, siempre puntual,
y me hacía mil preguntas,
cómo proceder para ofrecerme para ayudarla,
para que aquella porcelana al sol
no perdiera un ápice de su resplandor.
Nunca le dije nada, siempre me ganaba...
el no romper aquella belleza plástica:
La moza del cántaro, la fuente...
y yo merodeando por las cercanías.

Un mal sueño

Hoy he tenido una pesadilla. He soñado que estaba en una clase y no podía mantener el silencio para poder hacer un trabajo razonable, me ponía nervioso y amenazaba con dejarles sin patio. He pasado un mal rato y, al despertar, he sentido un gran alivio al ver que solo era un mal sueño. Afortunadamente nunca dejo de ser maestro, aunque alguna vez te amarga la noche ver que no estás a la altura y no puedes ayudar a tus alumnos. Uno solía decir que los alumnos nunca tienen la culpa de nada y que es la falta de recursos y previsión del profesor lo que falla…

La playa se llena de luz

Tus ojos tienen aquel tinte de cielo que se refleja en el mar,

y tú eres el producto que salió del amor entre celestes apasionados.

Verte descalza en la playa, melena al viento, armonía en movimiento,

belleza azul entre azules al sol, me despierta el genio del pintor que nunca fui,

y me activa el alma de poeta con la que alguna vez soñé.

Cierro los ojos y te veo saliendo del agua, y el agua llora y te gotea perdida,

y al mismo tiempo la playa se llena de hermosa luz…

 

Sólo el viento

El viento me dijo que supo de ti,
que le pareció que estabas triste,
que estabas sola, que no te frecuentabas,
caminando despacio...
como si ya no te importara subir a ningún tren.
El viento, a veces, es un trotaconventos,
una casamentera, que perdió el oficio
y ahora funciona a base de soplos,
como un Cupido que no termina de crecer.
Te fuiste como llegaste, sin hacer ruido,
nadie sabe de ti, ni el porqué de tu desaparición,
sólo el viento, que no siempre es frío, me habla de ti,
sólo el viento enciende mi alma, y yo... sigo volando.

Mis profesores de Magisterio

“Amiguiño sí, pero cada u fuma do seu tabaco”, decía el profesor de filosofía, muy majo él. La profesora de pedagogía, el primer día de clase, fue admirada en el pasillo, con algún olé, y al empezar la clase dijo “Después de la bienvenida tan eufórica, empezamos...” El profesor de historia, al presentar el libro que tendríamos en tercero, dijo ”Se llama Compendio de Historia Universal, y ustedes lo lucirán con orgullo por las Ramblas, ante la admiración de las chicas o de los chicos paseantes… El profesor de matemáticas, muy especial y con tics nerviosos, llenaba la pizarra con una rapidez a la que algunos no llegábamos a tiempo, y la de literatura, mi preferida, que me tenía toda la clase prendado de sus explicaciones… Mis profesores de la Escuela Normal de Magisterio, con sus características, especiales, entrañables…

Por la Calle Mayor

Calle arriba, calle abajo, los amigos peripateamos la calle Mayor, como buscando un no sé qué, o quizá sí, un cruce de miradas, un mensaje en forma de sonrisa, o simplemente contemplar los andares, que son causa de algún suspiro controlado… Curiosos nuestros paseos, arriba y abajo, como una exhibición, no de nada especial, pero sí de una armónica amistad, expuesta con toda naturalidad…

Estar juntos

Hay días que salimos a tomar el sol, aquel que se cuela entre los fríos, a respirar aire puro, un suponer… Otros días nos quedamos en casa y, curiosamente, parece que la redescubrimos: su comodidad, su discreción, su silencio, su paz, con todos los rincones estratégicos y, sobretodo, los lugares comunes donde, además de sabernos, nos vemos a tocar de mano y a flor de calor humano. No es importante salir o quedarse, lo importante es … estar juntos.

Me gusta la creación

Me gusta el arco iris que hace el sol, con los surtidores que parece que sacan aguas de algodón, en algunas fuentes que sólo son decorativas. De todas maneras, siempre aplaudo todo aquello que embellece el paisaje, sobretodo si es natural. El meandro que hace un río y se recrea lento, para ser admirado, la roca que da a un acantilado, donde se contempla una flor que ha hecho de ese espacio, un mecanismo de defensa. Belleza es todo aquello de la creación que es inaccesible a la destrucción y el mal uso del hombre. Belleza, eres tú.

Cuidar a los padres

Soy feliz cada vez que pienso que tuvimos, más de veinte años, a mis padres con nosotros, gracias a mi mujer, por supuesto, que los trató como una buena hija más. Alguien me dijo una vez que cuidase bien de mis padres, y que eso me serviría para consolarme, un poco, cuando ya no los tuviese conmigo. Y la verdad es que es muy cierto y, a parte de alguna vez que perdí los nervios, tengo un sinfín de motivos, donde me deshice para que estuviesen bien atendidos y que no les faltara de nada. Mis padres, todo un ejemplo de nobleza y humildad y, sobretodo, bondad. Cuidar a los padres, siempre un placer y un honor…

¿Qué tendrás?

Qué tendrás que me alegras el amanecer,
saber que la vida de cada día empieza contigo,
que eres sonrisa de abrazo y compañía,
compañera de viaje por los avatares del destino.
Que tendrás que me das fuerza y paz, calma, sosiego,
pero al mismo tiempo energía y fuerza,
talante para capear los temporales,
que de todo hay por estos lares…
Qué tendrás que, en tenerte,
uno se siente con la mente clara y protegida…

Me muero por vivir contigo

Una música, un aroma de un bosque,
una brisa impregnada de esencia de rosa,
un vuelo plácido de flamencos,
un amanecer sin prisa,
una noche con luna creciente y crecida,
un parpadeo de unos ojos negros, inmensos,
que me recuerdan el chapoteo...
de las gotas de agua de la fuente,
que hacen diabluras por entre los nenúfares.
Una tarde precisa, de sábado fijo,
que sales seguro y te veo fácil,
y también me pasa, un poco, como a la santa,
que vivo sin vivir en mi, y me muero...
por vivir contigo, mejor vivo, ¿verdad?

Ciertos del alma

He intensificado el azul del cielo con mi aliento,

y he citado a la luna para que venga llena, sin cortarse,

he pactado con Eolo para que mande brisas de mayo,

así que todo está a punto, te espero...

entre la calma del deseo controlado,

tengo el ansia en su punto álgido,

la ilusión de siempre elevada a la potencia más alta.

Estoy en aquel tiempo en el que las vivencias previas

...superan las realidades posteriores,

porque en cada sueño hay una verdad latente,

son ciertos del alma...

El alimento de la esperanza

Llegas como el atardecer,
el esperado, el anhelado,
y lo haces con las manos frías,
pero con el alma tibia...
y el corazón latente,
y yo corro raudo a detener
la progresión del tiempo,
para que no degenere
en incipientes de invierno…
Te cojo las manos,
y casi bailo de contento
al ver la reacción de mis sentidos
y el color cereza de tus mejillas.
Llegas, como la lluvia...
...que alimenta la esperanza.

Vuelos

Me gusta ver los vuelos de los patos,
y ver como aterrizan,
abriendo sus pies palmípedos,
el vuelo señorial de los flamencos,
que van teñiendo de color...
la desembocadura del Ebro.
Será por colores en el Delta…
Me encanta ver volar a las golondrinas,
por las calles anchas de mi pueblo,
y ver como hacen sus nidos de tierra,
debajo de los miradores y terrazas.
Pero lo que realmente me sorprende,
son los vuelos de mariposas,
siempre me suenan como que están activadas
por corazones altamente enamorados...
               

Hablan los ojos

He escuchado en la televisión, en un programa que se llama “La Ruleta de la Suerte” o de la Fortuna, ahora dudo, pero da igual porque lo que pretendo presentar es una frase que ha salido hoy y que me ha gustado: “Tengo los ojos llenos de ganas de verte”. Deben ser unos ojos dulces, llenos de cariño, como para dar sin medida ni control. Los ojos, como una expresión de reales y puros sentimientos... pienso que no hay mejor verdad.

De paseo

El paseo, ya saben... puede ser por los tinglados del puerto, por el bosque del Puente del Diablo o incluso por las bellezas de la imperial Tarraco. Paseo muy despacio y, por las cercanías del mar, observo las gaviotas y las barcas, por el bosque los pájaros y cato los aromas, y en la ciudad observó a las personas, algunas parece que van a alguna parte, otras, como yo, se columpian en el tiempo, que parece detenerse…

Pensar en los almendros

Oigo euforias de sirena, aullidos de lobo,

aplausos en el croar de las ranas bendiciendo a los mosquitos.

Veo como nacen los primeros y osados brotes de los almendros,

aprovechando un sol que se coló entre nubes y fríos.

Veo como la luna presume de sol

y como el cielo azulea el mar sin mucha intensidad, veo, te veo…

y pienso en los almendros, belleza emergente, vida nueva.

A quién no le gusta...

A quien no le gusta que le arropen como si fuera un niño, que le abracen por el simple hecho de humanizar la proximidad, que le escuchen como a aquel que dice la verdad con decoro y especial sensibilidad. A quien no le gusta que le quieran, sin haberlo convenido, ni mucho menos negociado, sino porque simplemente formas parte de su vida, con naturalidad, con toda sinceridad. A quien no le gusta que un repique de campanas hagan revolotear las mariposas del alma…

Sandeces disonantes teledirigidas

Parece ser que está de moda odiar a los catalanes, en algunos casos da votos, en otros hace montón y da para la risa de la incompetencia. Todo está montado y debidamente amamantado por la corrupción. Estando en Jaén, en un bar, una señora escucha que Teresa y yo hablamos en catalán, se acerca y, con una sonrisa de oreja a oreja, nos cuenta que tiene dos hijos en Bonavista, aquí cerquita de Tarragona, y que están maravillosamente bien. Gente normal hay en todas partes, aunque últimamente sólo se oyen sandeces disonantes teledirigidas por la injusticia…

Niños...

En el barrio aumentan las camisetas del Barça, los niños saben muy bien quién comanda la liga y juega bien al fútbol, y en el colegio del Serrallo, a la hora del patio, los goles los marcan Messi y Suárez. Hoy he bajado a verlos... se observa que hace poco pasaron los Reyes Magos, y alguna pelota nueva, o un móvil, etc, etc, se dejan ver, además de las caras de felicidad de los niños. Pienso que los niños nos alegran la vida, son como un buen jabón que nos deja limpios y con buen aroma. En mi familia tenemos un buen ejemplo, tiene dos y poco, y es la alegría de todas nuestras huertas...

La razón del amor

Estoy con mi vida a la carta, vivo en función de la suya,

insto al amanecer para que aparezca raudo

y al reloj para que dé la hora de verte,

luego todo viene rodado como una estrategia milimétrica

para estar contigo el mayor tiempo posible,

y en él, complacerme complaciéndose,

y vivir la vida que al parecer sí tengo... si está en la tuya.

Es divino el amor que da razón a la sinrazón,

es perfecta la razón que da cabida al amor.

El amor la mejor razón…

        

Frecuentar, proponer...

Me hubiese gustado volar con ella,
ofrecerle la luna llena de bondades,
cambiar de bosque...
por uno de pinos más altos,
abetos que se internan en los cielos,
por entre las nieves
de las montañas más altas.
Siempre soñé en arrancarla...
de sus sueños habituales,
tenerla en exclusiva,
como formando parte de mi,
siendo un yo en libertad,
pero quizá no me di cuenta...
que no se puede arrancar una rosa
...sin herir el jardín matándolo,
mejor frecuentar y proponer…
un nido cerca, en una encina.

Segunda parte

Sale el sol, canta el gallo, suena el despertador, ducha, café, colegio, buenos días, y tal y tal y tal… Eran otros tiempos, ahora canta el gallo, o suena la fábrica, o la música con la que abre la escuela de mi barrio, y yo me voy la vuelta, y me relajo como en los sábados antiguos, sin prisa, ducha y café sin reloj, y dando tiempo al tiempo, segunda parte, conquistada a la primera, justamente… creo.

41 años de ilusión

Los profesionales hacen su trabajo, como si nada, incluso hablan de otras cosas para quitar trascendencia a sus actuaciones especializadas. Y hablan de fútbol, de la familia, o del finde, no todos claro, pero si hay muchos… Recuerdo la primera vez que pisé una clase como profesor: 56 alumnos, una aula larga, con ventanas altas, una muy lograda responsabilidad, y me veo dando vueltas por los pasillos, me detengo, respiro y resuelvo que hay que divertirse, y así empezaron 41 años de entregada ilusión profesional...

Como un espejo

Me gusta verte con las alas frescas,
la mente ágil, el vuelo a punto,
para andar en busca de experiencias
...por lo indefinido, y darles nombres.
Me gusta también verte en el suelo,
con aplomo, con solvencia,
valorando la convivencia de a pie,
para un día a día fresco y apacible.
Me gusta verte como una especie de juez de paz,
simplemente porque tú no tienes entuertos,
ni los capeas, ni los negocias, tú estás al margen,
como un ejemplo natural sin vanidad,
toda luz, toda esencia, verdad…

Es puro sentimiento

Hoy soñé que soñaba contigo,
feliz sueño que me llevó
a un despierto del sueño soñado,
y lo hice en delicia de vuelos
...y abrazos de vuelta.
¿Has dormido bien?
me preguntas como adivinando
que algo sucedió en la noche.
Divinamente, contesto raudo...
y con sonrisa de agradecimiento.
Posiblemente ella no sepa
que soñé con ella...
y que mi gratitud va más allá
de la cortesía y de la educación,
es puro sentimiento del alma feliz…

Un suspiro perdido

Un suspiro perdido por la luna, la luna...
aquel paisaje por donde deambulan
...todos los despistes.
El suspiro era osado, atrevido,
él buscaba la razón de sus desvelos,
la causa de su intranquilidad emocional,
y se fue por allí, donde dicen que están...
los alumnos más despistados,
los que no se concentran,
y todo aquel que no se entera
no se da cuenta que provoca
sentimientos sinceros.
Un suspiro que busca su origen...
en la luna, y en plena noche.

Amor...

El primer amor, o el segundo,
los primeros, casi de niñez,
aquellos tan sorprendentes,
tan primarios, tan sanos,
donde eres todo un aprendiz
para lo que te espera
en la adolescencia y juventud,
amor otoñal, amor de senectud,
amor de siempre...
en cada estación de la vida.
Es como una luz
que vas buscando con desespero,
o es simplemente un resplandor interior
que quieres dejar salir para que brille…

Siempre divina

Me gusta verte dormir,
sueño reparador, descanso.
Tu cara da paz al sueño,
y yo me relajo...
y casi me vuelvo a dormir.
Pero no me pierdo el espectáculo,
ligeramente sonoro,
más bien musical y acompasado
de la bella durmiente de mi hogar.
La gloria final es el despertar,
con la duda de siempre,
te sonríen los ojos,
¿Eres toda ojos o toda sonrisa?
Da igual, divina siempre.

Un recuerdo sin nostalgia

No sé porqué, pero salió de un recuerdo sin nostalgia.

Tenía sus cosas, también buenas, especiales, y otras no tanto,

pero sí había en ella un campo de estudio...

para apreciar las diferencias y ver, de paso, nuestras insuficiencias.

Era un todo original, como para estudiar,

como para aprender y comprender...

todas las dudas a merced de los criterios.

No sé porqué, pero ella siempre sale de un recuerdo sin nostalgia,

pero sí es un recurso, una enciclopedia en los saberes de la vida…

  

Regreso a la cordura

Ese tren que posiblemente va a alguna parte,
y yo me subo sin saber porqué, sin saber a dónde,
no importa, nada es importante,
igual me bajo en la próxima o en la última,
o no me bajo y miro los paisajes por la ventanilla,
o me duermo pensando en los vinos,
que son los causantes del me da igual,
cinco que cincuenta…
El tren se para, me bajo y me subo,
y en la próxima, sin saber cuál, me bajo y paseo,
sin saber dónde y hasta cuándo, y porqué…
sólo me pregunto si habrá un tren de regreso,
regreso a la cordura…

Ella, única...

La vi de lejos, era una sonrisa limpia, daba luz,

¿o eran sus ojos? el caso es que había como un paso,

un camino con imanes que te atraían sin remedio.

Los neones se vestían con sus colores de gala,

ella era el centro, cual estrella Polar en la noche y sol en el día.

Luciérnaga en la oscuridad, rosa blanca en el jardín,

romero en el bosque, miel de romero en el panal del bosque

...que huele la proximidad del mar.

Ojos que sonríen, ella, única, pura atracción…

Besos espontáneos

Nos miramos, no nos gustamos mucho,

luego hablamos...

nos dejaron solos como en una estrategia,

la vi embellecer de forma paulatina,

nos gustamos un poco...

parece aquello que cuentan,

que los menos agraciados han de ser, como mínimo...

simpáticos, algo locuaces, y sutilmente lúcidos.

Pues eso, le vi la gracia en el intelecto,

en su sonrisa natural e inteligente,

en su mirada esparcida por mi alma.

Su belleza interior relucía en reflejos en cada expresión,

y parece ser que yo agilicé mis timideces más tiernas

y las convertí en besos espontáneos…

El amor es un cómplice para que puedas ver...

las bellezas naturales a luz de verdad.