Es día 2, el 3 ya nos vamos a comer a Tarragona, nuestra ciudad mediterránea. De mi pueblo Deltebre, deciros que cada día me gusta más, sus gentes, su ubicación, sus viandas, sus recuerdos, sus nostálgicas que son únicas e insustituibles. En Tarragona también estamos bien, es una ciudad abierta, de gente amable y acogedora, que nos hace sentir a gusto y en paz. Pido salud y libertad para que todo el mundo encuentre su espacio, cada pájaro en su pino, y el que encuentre placer encarcelando, pues eso, que se quede sin pino…
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