Me hubiese gustado volar con ella,
ofrecerle la luna llena de bondades,
cambiar de bosque...
por uno de pinos más altos,
abetos que se internan en los cielos,
por entre las nieves
de las montañas más altas.
Siempre soñé en arrancarla...
de sus sueños habituales,
tenerla en exclusiva,
como formando parte de mi,
siendo un yo en libertad,
pero quizá no me di cuenta...
que no se puede arrancar una rosa
...sin herir el jardín matándolo,
mejor frecuentar y proponer…
un nido cerca, en una encina.
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